jueves, 28 de abril de 2016

El color

El color es una sensación, esto quiere decir que nosotros percibimos los colores debido a la luz y a los órganos visuales. Todo objeto recoge o rechaza determinadas ondas luminosas, y como cada color corresponde a una onda, la capacidad de recoger y rechazar unas y otras ondas propicia que nosotros veamos sólo las que el cuerpo rechaza, por ejemplo una naranja absorbe todas las ondas excepto la naranja, que es la que nosotros vemos.
la capacidad de rechazar ciertas ondas es la naturaleza pigmentario del objeto, que se verá de distintos colores según la naturaleza de luz que incida sobre él.
Todo color tiene tres cualidades, según la clasificación de Munsell:
El tono de un color es el nombre o característica de cada color, es la diferente graduación de un color, más claro o más oscuro pero sin variar el color origen. por ejemplo un ojo con cierta cantidad de blanco es un tono rojo claro, y esto es lo que genera una gama o conjunto de tonalidades que se derivan de un mismo color. Tenemos una graduación clara si al tono le sumamos el blanco mientras que al añadirle el negro o un complementario obtenemos una graduación oscura.
El matiz es el color obtenido con la mezcla de otros colores, lo que puede llevar a generar otro color. Por ejemplo un rojo tenemos que es el tono de un objeto que puede tener un matiz violeta si está mezclado con el azul.
El valor es el grado de la claridad que tiene el color, valores altos si tienden hacia el blanco y bajos si tienden hacia el negro, por ejemplo,  bajar el valor de un tono quiere decir oscurecerlo más.
La saturación es lo puro que es un color, quiere decir que es más saturado cuanto más se aproxima a los colores básicos, un color saturado es un color brillante. Un color pierde saturación cuando tiende hacia el gris.
Los colores primarios
Los tonos puros básicos son el rojo, el amarillo y el azul, son llamados primarios porque no se pueden obtener a partir de ninguna mezcla. Cuando mezclamos los primarios obtenemos los secundarios, que son el naranja, verde y violeta. Éstos seis colores son la base de la calidad cromática existente en el universo ya que a partir de ellos se pueden generar todos los demás colores.


El círculo cromático
Podemos construir un círculo llamado cromático en el que ponemos en orden los siguientes colores: rojo, violeta, azul, verde, amarillo y naranja y las mezclas entre ellos. Al construir el círculo obtenemos siempre dos colores diametralmente opuestos llamados complementarios que quiere decir que si por ejemplo tomamos el amarillo, que es un color primario y cogemos los otros dos primarios, el rojo y el azul obtenemos como mezcla de ambos el color violeta, éste es el color diametralmente opuesto al amarillo en el círculo cromático, lo mismo pasa con los demás colores. Por tanto en el círculo cromático encontraremos siempre ubicados de forma diametralmente opuestos los colores complementarios o también llamados opuestos.
Los colores complementarios
Cuando mezclamos los colores primarios tenemos los secundarios, que son siempre la combinación de dos de ellos, así de naranja lo tenemos como mezcla del rojo y el amarillo, el verde lo obtenemos como mezcla del amarillo y del azul, y el violeta lo obtenemos como mezcla del azul más el rojo.
Como podemos observar, en la mezcla de los secundarios falta siempre uno de los primarios, así obtenemos el color complementario, que es aquel que es resultado de la mezcla de los otros dos primarios. Por ejemplo tenemos los tres primarios rojo, amarillo y azul, si tomamos dos colores primarios como el rojo y el azul obtenemos el violeta y por tanto es el complementario del otro, del amarillo. Esto es muy importante ya que la sombra de un cuerpo coloreado en su mayor intensidad utiliza el color de ese mismo cuerpo más el color complementario.
De esta forma podemos definir los complementarios de los colores primarios como la mezcla de los otros dos: el naranja es el complementario del azul, el verde del rojo y el violeta del amarillo.
Un efecto curioso entre colores complementarios es que cuando se yuxtaponen, se genera un efecto en ellos de brillantez y  viveza.
Cuando mezclamos de forma equitativa los colores complementarios se neutralizan generando un gris.
Si queremos hacer una obra sosegada, sin estridencias, los tonos deben tener su propio carácter y los complementarios no deben ir yuxtapuestos. Si queremos hacer un trabajo brillante de color, brusco y con fuerza, lo que tenemos que hacer es yuxtaponer colores complementarios.
Cuando quedamos sombrear un objeto coloreado debemos mezclar el tono del objeto con su complementario pero sin abusar de él ya que como acabamos de comentar la mezcla equitativa produce un gris.
Para definir los colores complementarios es muy útil la siguiente regla: el complementario de un primario (P) es la mezcla de los otros dos primarios, que lógicamente nos dará un secundario. 
El complementario del amarillo (P) será el violeta (S), porque se obtiene mediante la mezcla de los primarios azul y rojo.
 El complementario del azul será el anaranjado porque se obtiene mediante la mezcla del rojo y del amarillo, y por último el complementario del rojo será el verde que se obtiene con la mezcla del amarillo y el azul.
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